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martes, 31 de mayo de 2011

ENSAYO SOBRE LA HISTORIA DEL ROSAL DEL MONTE


A continuación presento un corto ensayo y análisis realizado en base a la obra literaria del Historiador y escritor Campo Alvaro Narváez.

EL PUEBLO PERDIDO LA HISTORIA DEL ROSAL DEL MONTE


HIPOTEXTO

El Pueblo Perdido, la Historia del Rosal del Monte, es una obra que nos presenta la historia de este hermoso y grandioso Pueblo, mostrándonos su riqueza cultural  arqueológica, paisajística, arquitectónica, gastronomica; esta es una obra que entre líneas nos plantea el problema de haber olvidado quienes somos, cuáles son nuestras raíces, nuestra verdadera identidad. Pero además, nos propone una solución que nos lleva inevitablemente a investigar sobre nuestros antepasados, para lo cual se debe tener en cuenta que no solamente los medios escritos nos brindan esta oportunidad, sino también los relatos de nuestros mayores,  ya que en su memoria descansa el más grande testimonio de nuestra tradición; a través del dialogo con ellos podemos revivir experiencias y recordar e inclusive rescatar partes de nuestra cultura que están siendo olvidadas porque desde la época de los conquistadores se nos ha inculcado que expresarnos como nuestra cultura nos lo ha enseñado durante muchos siglos, es motivo de vergüenza, por lo que hemos ido abandonando nuestra identidad “Es de lamentar que los primeros educadores encargados también de evangelizar no les interesaba que estos pueblos conservaran su lengua materna. Sino que les infundían  vergüenza de hablar de su propia lengua”[1]. Afortunadamente aquellos conquistadores a pesar de habernos impuesto sus costumbres y tradiciones; foráneos,  no lograron eliminar totalmente de la memoria colectiva, nuestras verdaderas raíces y así debe ser, no podemos permitir que forasteros nos impongan su cultura porque tanto ellos como nosotros tenemos derecho a expresarnos dentro de nuestro propio contexto.

Nadie ama lo que no conoce y es por esta razón que debemos empezar a rescatar todo aquello de lo que nos hemos olvidado y que aunque lo queramos o no, hace parte de nuestra verdadera identidad; solo mediante su rescate nos será posible aprender a amar y a sentirnos orgullosos de nuestra cultura para que donde sea que estemos sepamos defender todo aquello que está ligado a nosotros desde el momento en que nacemos, pues como dice el Señor Arturo Bolaños Martínez “Si hay algo que suena a verdad histórica es que nadie puede escoger el lugar de su nacimiento y menos el de su muerte”[2].





INTERTEXTO:

Al ser este un texto que nos habla de la historia de un pueblo del cual nunca antes se ha escrito algo similar como bien queda dicho por el abogado Arturo Bolaños Martínez:

 “Varios son los aciertos del autor: es original porque no existe otra investigación igual en este lugar, la obra se ha escrito en gran parte desde los datos, construyéndola hacia arriba, por otra banda mucho de su mérito radica en, por una parte el conocimiento directo del tema y por otro al uso de la memoria oral, del recuerdo de los mayores que en definitiva es la memoria colectiva del Rosal del Monte”.[3]

El tratar de buscar un texto con el que se pueda hacer un paralelo en cuanto a las situaciones narradas en él, nos plantea un problema fundamental, al ser este un texto histórico único en cuanto a su temática solo podrían hacerse referencias bibliográficas a cerca de los datos que en la obra están contenidos y que de existir tales obras es necesaria una investigación mucho más minuciosa y a fondo para lograr encontrarlas, la cual requiere de un lapso de tiempo mayor del dispuesto en esta oportunidad.




HIPERTEXTO:

En esta fascinante obra encontramos el porqué del título “El Pueblo Perdido la Historia del Rosal del Monte”, a primera vista parece ser que se refiere solo al Rosal del Monte, pero cuando se empieza la lectura nos encontramos que  “el Pueblo Perdido” hace referencia a Sacanambuy un pueblo cuyos habitantes fueron desplazados porque su poblado quedaba  en el lugar en donde el General Gómez Jurado quería tener sus predios, por lo que los Sacanambuyes fueron desplazados por este individuo y sus casas incendiadas.
A lo que hoy conocemos como Rosal del Monte, una vez se unen estos dos pueblos, ambas partes deciden seguir adelante y continuar con su vida pero sin olvidarse de su cultura de origen Quillacinga. De esta manera es como el “hombre blanco” como le llaman aun hoy en día los indígenas a los conquistadores, quienes llegaron a esta población a imponer su cultura y a pesar de que cambiaron muchos hábitos en este lugar, no lo lograron por completo, pues, en la actualidad es fácil ver como ciertas costumbres han pasado de generación en generación y se niegan a desaparecer.

Dentro del ámbito cultural cabe destacarse el Arte Rupestre - Petroglifos que han sobrevivido durante muchos siglos y que siguen y seguirán ahí como testimonio de nuestro pasado, un pasado que se niega a desaparecer de nuestra identidad, este es el caso de los Petroglifos entre ellos el del “Negro Huaico” o comúnmente conocido como la “Piedra del Mono” en la que se pueden observar figuras como la espiral, símbolo del tiempo, la vida y el agua y el mono, relacionado con el origen de la vida.

Los colonos quisieron modificar cada uno de los aspectos de esta comunidad y aunque en un principio aparentemente lo lograron esa ilusión no tardó en ser eliminada, tal es el caso de la economía en la que quisieron orientar a las comunidades hacia el área del pastoreo de ovejas, pero al ser estas comunidades cazadoras y recolectoras desistieron pronto de esto retomando sus antiguas costumbres con el cultivo principalmente del maíz y la caza de animales tales como el venado que habitaba las regiones montañosas en aquel tiempo. Hoy en día esta es una región principalmente lechera, se ha abandonado el cultivo con la falsa concepción de que la tierra ya estaba cansada y era necesario darle un respiro cambiando de actividad.

El Rosal del Monte es una región muy rica en recursos hídricos, dentro de los afluentes del Rió Grande, Pueblo del Monte, encontramos un total de doce que pasan por los alrededores del pueblo y cuyas aguas se utilizan principalmente como fuente de hidratación para el ganado que en ellas se encuentran, desafortunadamente el problema del calentamiento global no es ajeno a esta región y problemas como la quema y tala de bosques para producir carbón han producido daños irreversibles a corto plazo, para ciertos afluentes de este Río, lo que ha provocado al mismo tiempo que muchas de las especies nativas como el mono, el sapo rojo e inclusive el venado estén extintas el día de hoy.

Como en toda región de Colombia aquí también existen las historias sobre el avistamiento de espíritus y fantasmas en las horas de la noche, especialmente a la media noche, aunque también hay testimonios de personas que han visto a estos “espantos” como ellos los llaman, a plena luz del día; dentro de esta comunidad existe la costumbre de enterrar los huesos de los difuntos en cada predio, con la idea de que el espíritu del difunto protegerá al ganado y todo aquello que se encuentre dentro del predio, además muchas son los leyendas que se escuchan al respecto, de personas que afirman haber visto a otras personas cuidando o rondando los terrenos; como por ejemplo en la finca llamada Pedro Díaz en la que se dice se encuentran depositados los huesos de este difunto quien en su tiempo fue uno de los primeros propietarios de la finca, muchos aseguran haberlo visto su espíritu rondando el lugar, vestido con una camisa y sombrero blanco, un pantalón negro y un machete que siempre lo acompaña, ahuyentando a todo aquel que se atreva a rondar con malas intenciones  o hacer algún daño a lo que alguna vez hubiese sido de su propiedad. Y así por lo general encontramos muchas otras leyendas en la Comunidad.




“El recordar lo que fueron e hicieron nuestros ancestros, nos permite identificarnos particularmente como una cultura, que también creo, pensó y construyo una historia rica en bienes materiales y espirituales como las costumbres y tradiciones orales de sus propios cuentos, mitos, leyendas, coplas y dichos…”[4] por lo tanto es imprescindible que no nos olvidemos de nuestros ancestros y de su sabiduría, a causa de ellos, de su lucha constante podemos decir con orgullo que aun poseemos nuestra identidad como pueblos originados en los Quillacingas.

[1]NARVÁEZ CAMPO ALVARO, El pueblo perdido la historia del Rosal del Monte. Municipio de Buesaco 2011, p. 144
[2] Ibídem p. 16
[3] Ibídem p. 11
[4] NARVÁEZ CAMPO ALVARO, Óp. cit. Pág.83

POR:  Leticia Rodriguez
       Economista


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ENSAYO SOBRE LA HISTORIA DEL ROSAL DEL MONTE


A continuación presento un corto ensayo y análisis realizado en base a la obra literaria del Historiador y autor Campo Alvaro Narváez.

EL PUEBLO PERDIDO LA HISTORIA DEL ROSAL DEL MONTE


HIPOTEXTO

El Pueblo Perdido, la Historia del Rosal del Monte, es una obra que nos presenta la historia de este hermoso y grandioso Pueblo, mostrándonos su riqueza cultural  arqueológica, paisajística, arquitectónica, gastronomica; esta es una obra que entre líneas nos plantea el problema de haber olvidado quienes somos, cuáles son nuestras raíces, nuestra verdadera identidad. Pero además, nos propone una solución que nos lleva inevitablemente a investigar sobre nuestros antepasados, para lo cual se debe tener en cuenta que no solamente los medios escritos nos brindan esta oportunidad, sino también los relatos de nuestros mayores,  ya que en su memoria descansa el más grande testimonio de nuestra tradición; a través del dialogo con ellos podemos revivir experiencias y recordar e inclusive rescatar partes de nuestra cultura que están siendo olvidadas porque desde la época de los conquistadores se nos ha inculcado que expresarnos como nuestra cultura nos lo ha enseñado durante muchos siglos, es motivo de vergüenza, por lo que hemos ido abandonando nuestra identidad “Es de lamentar que los primeros educadores encargados también de evangelizar no les interesaba que estos pueblos conservaran su lengua materna. Sino que les infundían  vergüenza de hablar de su propia lengua”[1]. Afortunadamente aquellos conquistadores a pesar de habernos impuesto sus costumbres y tradiciones; foráneos,  no lograron eliminar totalmente de la memoria colectiva, nuestras verdaderas raíces y así debe ser, no podemos permitir que forasteros nos impongan su cultura porque tanto ellos como nosotros tenemos derecho a expresarnos dentro de nuestro propio contexto.

Nadie ama lo que no conoce y es por esta razón que debemos empezar a rescatar todo aquello de lo que nos hemos olvidado y que aunque lo queramos o no, hace parte de nuestra verdadera identidad; solo mediante su rescate nos será posible aprender a amar y a sentirnos orgullosos de nuestra cultura para que donde sea que estemos sepamos defender todo aquello que está ligado a nosotros desde el momento en que nacemos, pues como dice el Señor Arturo Bolaños Martínez “Si hay algo que suena a verdad histórica es que nadie puede escoger el lugar de su nacimiento y menos el de su muerte”[2].

INTERTEXTO:

Al ser este un texto que nos habla de la historia de un pueblo del cual nunca antes se ha escrito algo similar como bien queda dicho por el abogado Arturo Bolaños Martínez:

 “Varios son los aciertos del autor: es original porque no existe otra investigación igual en este lugar, la obra se ha escrito en gran parte desde los datos, construyéndola hacia arriba, por otra banda mucho de su mérito radica en, por una parte el conocimiento directo del tema y por otro al uso de la memoria oral, del recuerdo de los mayores que en definitiva es la memoria colectiva del Rosal del Monte”.[3]

El tratar de buscar un texto con el que se pueda hacer un paralelo en cuanto a las situaciones narradas en él, nos plantea un problema fundamental, al ser este un texto histórico único en cuanto a su temática solo podrían hacerse referencias bibliográficas a cerca de los datos que en la obra están contenidos y que de existir tales obras es necesaria una investigación mucho más minuciosa y a fondo para lograr encontrarlas, la cual requiere de un lapso de tiempo mayor del dispuesto en esta oportunidad.

HIPERTEXTO:

En esta fascinante obra encontramos el porqué del título “El Pueblo Perdido la Historia del Rosal del Monte”, a primera vista parece ser que se refiere solo al Rosal del Monte, pero cuando se empieza la lectura nos encontramos que  “el Pueblo Perdido” hace referencia a Sacanambuy un pueblo cuyos habitantes fueron desplazados porque su poblado quedaba  en el lugar en donde el General Gómez Jurado quería tener sus predios, por lo que los Sacanambuyes fueron desplazados por este individuo y sus casas incendiadas.
A lo que hoy conocemos como Rosal del Monte, una vez se unen estos dos pueblos, ambas partes deciden seguir adelante y continuar con su vida pero sin olvidarse de su cultura de origen Quillacinga. De esta manera es como el “hombre blanco” como le llaman aun hoy en día los indígenas a los conquistadores, quienes llegaron a esta población a imponer su cultura y a pesar de que cambiaron muchos hábitos en este lugar, no lo lograron por completo, pues, en la actualidad es fácil ver como ciertas costumbres han pasado de generación en generación y se niegan a desaparecer.

Dentro del ámbito cultural cabe destacarse el Arte Rupestre - Petroglifos que han sobrevivido durante muchos siglos y que siguen y seguirán ahí como testimonio de nuestro pasado, un pasado que se niega a desaparecer de nuestra identidad, este es el caso de los Petroglifos entre ellos el del “Negro Huaico” o comúnmente conocido como la “Piedra del Mono” en la que se pueden observar figuras como la espiral, símbolo del tiempo, la vida y el agua y el mono, relacionado con el origen de la vida.

Los colonos quisieron modificar cada uno de los aspectos de esta comunidad y aunque en un principio aparentemente lo lograron esa ilusión no tardó en ser eliminada, tal es el caso de la economía en la que quisieron orientar a las comunidades hacia el área del pastoreo de ovejas, pero al ser estas comunidades cazadoras y recolectoras desistieron pronto de esto retomando sus antiguas costumbres con el cultivo principalmente del maíz y la caza de animales tales como el venado que habitaba las regiones montañosas en aquel tiempo. Hoy en día esta es una región principalmente lechera, se ha abandonado el cultivo con la falsa concepción de que la tierra ya estaba cansada y era necesario darle un respiro cambiando de actividad.

El Rosal del Monte es una región muy rica en recursos hídricos, dentro de los afluentes del Rió Grande, Pueblo del Monte, encontramos un total de doce que pasan por los alrededores del pueblo y cuyas aguas se utilizan principalmente como fuente de hidratación para el ganado que en ellas se encuentran, desafortunadamente el problema del calentamiento global no es ajeno a esta región y problemas como la quema y tala de bosques para producir carbón han producido daños irreversibles a corto plazo, para ciertos afluentes de este Río, lo que ha provocado al mismo tiempo que muchas de las especies nativas como el mono, el sapo rojo e inclusive el venado estén extintas el día de hoy.

Como en toda región de Colombia aquí también existen las historias sobre el avistamiento de espíritus y fantasmas en las horas de la noche, especialmente a la media noche, aunque también hay testimonios de personas que han visto a estos “espantos” como ellos los llaman, a plena luz del día; dentro de esta comunidad existe la costumbre de enterrar los huesos de los difuntos en cada predio, con la idea de que el espíritu del difunto protegerá al ganado y todo aquello que se encuentre dentro del predio, además muchas son los leyendas que se escuchan al respecto, de personas que afirman haber visto a otras personas cuidando o rondando los terrenos; como por ejemplo en la finca llamada Pedro Díaz en la que se dice se encuentran depositados los huesos de este difunto quien en su tiempo fue uno de los primeros propietarios de la finca, muchos aseguran haberlo visto su espíritu rondando el lugar, vestido con una camisa y sombrero blanco, un pantalón negro y un machete que siempre lo acompaña, ahuyentando a todo aquel que se atreva a rondar con malas intenciones  o hacer algún daño a lo que alguna vez hubiese sido de su propiedad. Y así por lo general encontramos muchas otras leyendas en la Comunidad

“El recordar lo que fueron e hicieron nuestros ancestros, nos permite identificarnos particularmente como una cultura, que también creo, pensó y construyo una historia rica en bienes materiales y espirituales como las costumbres y tradiciones orales de sus propios cuentos, mitos, leyendas, coplas y dichos…”[4] por lo tanto es imprescindible que no nos olvidemos de nuestros ancestros y de su sabiduría, a causa de ellos, de su lucha constante podemos decir con orgullo que aun poseemos nuestra identidad como pueblos originados en los Quillacingas.

[1]NARVÁEZ CAMPO ALVARO, El pueblo perdido la historia del Rosal del Monte. Municipio de Buesaco 2011, p. 144
[2] Ibídem p. 16
[3] Ibídem p. 11
[4] NARVÁEZ CAMPO ALVARO, Óp. cit. Pág.83

POR: Leticia Rodriguez
       Economista

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lunes, 16 de mayo de 2011

Explorando senderos ecologicos


Explorando senderos ecológicos e históricos

Explorando los caminos que nos dejaron nuestros antepasados encontré  tierras ricas en biodiversidadad, flora, fauna. Estos paisajes son mágicos irrigados por ríos, quebradas y pantanos, y sobre todo lleno de  cultura, Arte rupestre – Petroglifos como la “Piedra del Mono” .


En sus montañas, sus ríos, sus praderas  nos llenan e invaden de paz y emociones inesperadas al estar en contacto directo con la naturaleza.

La Comunidad Rosaleña en sus casas típicas hechas de adobe y tapia con techos en tejas de barro,  salio muy entusiasmada y con gran alegría a recibir a los caminantes y turistas

Esta población tiene un  gran potencial ecoturístico a nivel nacional e internacional, con un  clima  promedio de 15º C.
Parece un  pueblo sacado de un cuento de hadas, con explendida belleza natural, es un “paraje de ensueños incrustado en la montaña”.

Existen actividades recreativas y culturales como es el caso de las caminatas ecológicas. La caminata entre Cabrera – Rosal del Monte es un trayecto muy ecoturistico, en la cual tuve el gusto de participar activamente y, por lo tanto, estoy compartiendo mis experiencias con ustedes. Mis abuelos paternos son de esta atractiva población.


Llegando a la Vereda Alto San Miguel




Los Rosaleños recibieron y atendieron muy bien a sus turistas, con chicha, música y baile y sobretodo con riquísimos platos típicos de la región.

El evento central del lanzamiento del libro “El Pueblo Perdido y La Historia del rosal del Monte” realizado en el auditorio del Colegio “Santa Rosa de Lima” estuvo lleno de emotividad, elocuencia, por parte de autor de este valioso libro para la  comunidad intelectual de la región. Espero que este tipo de eventos se repitan con mas frecuencia, para la prosperidad de la misma región y sirva de incentivo a los turistas para que visiten esta mágica  población.

Rosal del Monte es un ejemplo de superación y emprendimiento porque, cuenta con personas intelectuales de la talla del Historiador Campo Alvaro Narváez quien no ha permitido que sus tradiciones y costumbres desaparezcan y mueran sin ser reconocidas y plasmadas en la historia de la comunidad Departamental y Nacional.



Auditorio Colegio "Santa Rosa de Lima"




Felicitaciones a todos y cada uno de los organizadores y colaboradores que hicieron posible la realización de este gran evento.



Explorando senderos ecologicos


Explorando senderos ecológicos e históricos

Explorando los caminos que nos dejaron nuestros antepasados encontré  tierras ricas en biodiversidadad, flora, fauna. Estos paisajes son mágicos irrigados por ríos, quebradas y pantanos, y sobre todo lleno de  cultura, Arte rupestre – Petroglifos como la “Piedra del Mono” .

En sus montañas, sus ríos, sus praderas  nos llenan e invaden de paz y emociones inesperadas al estar en contacto directo con la naturaleza.

La comunidad rosaleña en sus casas típicas hechas de abobe y tapia con techos en tejas de barro  salio muy entusiasmada y con gran alegría a recibir a los caminantes y turistas

Esta población tiene un  gran potencial turístico a nivel nacional e internacional con un  clima  promedio de 15º C.
Parece un  pueblo sacado de un cuento de hadas, con explendida belleza natural, es un “paraje de ensueños incrustado en la montaña”.

Existe diversión muy importante, culturalmente las caminatas ecológicas son una de ellas; la caminata entre Cabrera – Rosal del Monte es un trayecto muy ecoturistico, en la cual tuve el gusto de participar activamente y, por lo tanto, estoy compartiendo mis experiencias con ustedes. Mis abuelos paternos son de esta atractiva población.

Los rosaleños recibieron y atendieron muy bien a sus turistas, con chicha, música y baile y sobretodo con riquísimos platos típicos de la región.

El evento central del lanzamiento del libro “El Pueblo Perdido y La Historia del rosal del Monte” realizado en el auditorio del colegio “Santa Rosa de Lima” estuvo lleno de emotividad, elocuencia, por parte de autor de este valioso libro para la  comunidad intelectual de la región. Espero que este tipo de eventos se repitan con mas frecuencia, para la prosperidad de la misma región y sirva de incentivo a los turistas para que visiten esta mágica  población.

Rosal del Monte es un ejemplo de superación y emprendimiento porque cuenta con personas intelectuales de la talla del Historiador Campo Alvaro Narváez quien no ha permitido que sus tradiciones y costumbres desaparezcan y mueran sin ser reconocidas y plasmadas en la historia de la comunidad Departamental y Nacional.
Felicitaciones a todos y cada uno de los organizadores y colaboradores que hicieron posible la realización de este gran evento.